martes, octubre 09, 2007

BUSCO NOVIO ...

Noooo yo no lo busco ... jajaja ese es el nombre de un blog peruano alojado en El Comercio (un diario peruano), lo escribe una chica de 33 años (Alicia Bisso) que espera que llegue aquella persona especial en su vida y de la cual no se valla ... entré a chequear su información por curiosidad fundada por un amigo quien me dijo que una entrada de las publicadas por su fiel servidora se parecía al estilo de ella, cosa que me causó gracia porque nuestros estilos son diferentes o al menos esas cosas no las verás publicadas acá así nomás ... jajaja ... bueno aquí una entrada de su Blog y aquí entre nos como dice la canción de Mar de Copas: "siempre una despedida es triste y sola, siempre el decir adiós es el morir ... " buen temón ... pero he aquí la entrada:

TODO VA A ESTAR BIEN

¿Y SI NO QUIERO DECIRTE ADIÓS?


Las despedidas. Las odio. Conozco gente que es muy práctica o que se predispone muy bien antes de despedirse de alguien que le importa, un amigo, un novio, amante, hermano, madre, etc., quizás sea un antídoto para disociarse del dolor que provoca una despedida. Yo nunca he podido encontrarle el truco, porque no creo que despedirse sea fácil. Todo lo contrario. Creo que despedirse es una de las cosas que muchas veces he procrastinado por el simple hecho de no querer enfrentarme a ese momento en el que hay que decir adiós.

Aunque las hay de todo tipo, las despedidas me remiten a una sensación de tristeza. Porque siempre implican la separación emocional, física o geográfica de una persona, de quién muchas veces no quieres separarte. Este año, no sé si por azar, he tenido que despedirme muchas veces. Y esto es algo que había dejado de hacer. Pienso que a veces uno se despide para siempre, a veces de manera temporal, otras uno no sabe si esa despedida es definitiva, y de hecho hay adioses crueles que te dejan un recuerdo horrendo en la memoria, quizás cuando alguien que amas te dice "ya no quiero estar más contigo", y por más que luches por retenerlo, hay que dajerlo ir y más de una vez, he tenido que decir -y en voz alta-: te dejo ir. Después de todo, en el amor, a diferencia de la amistad, no se puede ir contra la corriente, es decir, contra la decisión del otro.


También me he despedido de modo secreto de gente que no quería volver a ver. Simplemente, los bloqué de mi correo electrónico, del chat, del celular, de mi memoria y corazón. Me he despedido de chicos que aún amaba, de otros a los que no amaba, de amigos que no volví a ver, otros a los que no sabía si iba a volver a ver, de otros con la certeza absoluta de volverlos a ver. Jamás podría abrazar a Joaquín o a Alejandra (y otros que conforman la pequeña lista de mis amigos más queridos) sin saber a ciencia cierta que los voy a ver otra vez, en alguna parte del mundo. Sino, no podría. Los secuestraría o algo parecido. Para despedirse hay que tener cierta valentía y la pizca de esperanza de un próximo reencuentro.

Le he dicho adiós a tres personas en unos pocos meses, con ellos compartí algo que considero esencial: el entendimiento; a dos, las conocí este año e irrumpieron en mi vida de modo diferente, y a propósito de este blog. Dos breves pero fundamentales encuentros para mí. Pero también me he despedido de un hombre maravilloso, para siempre. El hermano menor de mi madre y una de las pocas personas que he conocido en la vida que tuvo como mayor talento el ser una buena persona con los demás. Aunque nos veíamos poco, porque él no vivía en Perú, cada vez que nos encontrábamos, buscamos momentos para escaparnos del resto de la familia e ir al cine, hablar de cine, y de todo y nada. En febrero el se moría se cáncer en su casa justo en el momento en que mi avión aterrizaba en Los Ángeles. De ésta despedida creo jamás poder recuperarme.

El segundo fue un chico que sin conocerme mucho y creo que sin proponérselo, me obligo abrir los ojos y darme cuenta de que mi capacidad de amar y dejarme querer estaba latente bajo una especie de chaleco salvavidas. Compartimos poco tiempo juntos pero lo suficiente para darme cuenta de que eso que ando buscando por ahí y que le da el nombre a este blog, existe.

Sólo me queda decir que me queda una despedida, que se puede estar produciendo al momento de publicar este post. Espero que sea la última en mucho tiempo. Si, es de un chico. Lo conocí hace unos meses y establecimos una relación muy particular, por llamarla de algún modo. A mi me gustaba, pero siempre hubo algo en él que no me dejó acercarme mucho, no tanto como me hubiera gustado. Tampoco soy tan terca y lo dejé de ver a propósito (¿Por qué querer estar con alguien que no quiere estar contigo?), pero un día hace poco lo llamé, tenía ganas de saber qué era de su vida. Nos vimos y como siempre, hablamos mucho. La distancia había hecho que tengamos más cosas que contar por lo visto. Entre ellas la novedad de un viaje. Después de unas horas de euforia y celebración por la buena noticia. No sé si anticipándome al momento de decirnos un adiós definitivo, empecé a despedirme. Y mandé a la mierda a esa respetuosa distancia que habíamos mantenido y lo tuve abrazado a mi toda la noche.

Sentí el pequeño vértigo que se venía, la hora de decir "adiós", pero recordé una noche en la que hablamos por teléfono toda la madrugada y dentro de esa conversación apareció la escena de Lost in translation, cuando Bob Harris, el personaje interpretado por Bill Muray, le dice a Charlotte (Scarlett Johansson) algo al oído. Ese algo hizo que la despedida de estos personajes de ficción no fuera triste, sino esperanzador. Los dos dijimos que teníamos una teoría de lo que suponíamos él le dijo. Yo dije primero la mía: "todo va a estar bien", él me dijo que le parecía precisa y que no valía la pena decirme la suya. Quizás ese sea el secreto de muchas despedidas.

Ahora que me tengo que despedir de él, le digo lo mismo: todo va a estar bien. Y ya no es tan triste, por que sé que fue bueno conocernos. Tal vez esa es una forma de no-despedirse, saber que decir adiós, significa sólo un nuevo comienzo. Algunas mesas se quedaran vacías (quizás la ciudad entera por un tiempo) pero llenas de recuerdos para sonreír de vez en cuando.

No se puede mostrar la imagen “http://blogs.elcomercio.com.pe/busconovio/header.jpg” porque contiene errores.


1 comentario:

Anónimo dijo...

hey, gracias!
esa canción me hizo fumar muchos cigarros en una época.
Alicia (Bisso)